He querido rendir homenaje a Claudi Alsina y a Miguel de Guzmán utilizando el título de esa deliciosa recopilación de anécdotas que ilustra que los matemáticos tienen su corazoncito y además sentido del humor.Es mi intención comentar de todo un poco, pero sobre todo la parte más curiosa y divertida de las Matemáticas y de la educación en general.
Nada mejor para comenzar un nuevo curso que una nueva aventura de nuestros divertidos Troncho y Poncho, esta vez convertidos en superhéroes dispuestos a salvar Ciudad Real de la raíz de todo mal.
Como siempre agradecer ese magnífico trabajo que realizan los hermanos González para hacer nuestras clases más divertidas, sin perder con ello un valioso conocimiento matemático.
No sé si el todopoderoso algoritmo de Google me lo ha sugerido porque mañana es mi quincuagésimo octavo aniversario o simplemente ha sido una casualidad pero aquí queda. La estupidez humana no deja de sorprenderme.
Una curiosidad que me gusta más de este número es que es la suma de los primeros siete números primos:
58 = 2 + 3 + 5 + 7 + 11 + 13 + 17.
Por mi parte he de decir que a mis inminentes 58 años yo mas que repeler, atraigo a las moscas a mi más que despejada cabeza, cada vez con menos pelo, que yo me ocupo de recortar aun más.
De esta última vuelta a la órbita solar, lo primero que hay que decir es que cada vez duran menos, los años son más cortos y todos los acontecimientos llegan antes.
También parece que la vida debe de dar algún zarpazo para que no se nos olvide que estamos de prestado y nos arrebató muy pronto a Jabo, Jorge y a Teresa. He tenido la inmensa suerte de conocerlos y ser su amigo y los buenos recuerdos van aliviando el inmenso dolor de saber que no nos volveremos a encontrar. .
Por lo demás sigo pensando en que la vida no me trata mal, mi familia y mis padres están bien y todavía tengo el regalo de poder celebrarlo con ellos otro año.
Mi profesión me sigue gustando y la sigo disfrutando aunque he de reconocer que cada vez perdemos más el tiempo en tonterías y menos a enseñar., menos mal que va quedando poco para decir adiós a todos estos intrusos de la educación y sólo espero que no acaben con ella.