Cada vez tarda menos en llegar el 28 de febrero para añadir un dígito más a mi existencia, aunque paradójicamente este último año también se ha hecho cuesta arriba.
La situación de la pandemia ha mejorado bastante aunque el panorama mundial te pone los pelos de punta.
En lo personal y familiar todo va bien y espero que así continúe, la vida me trata bien.
En cuanto a lo profesional en mi centro y con mis alumnos sigo disfrutando enseñando matemáticas y aprendiendo un poco yo también, cada día.
Sin embargo, como trabajador siento que las distintas administraciones educativas, no sólo no valoran y aprecian mi trabajo y el de mis compañeros, sino que lo ponen en tela de juicio y lo vilipendian.
Cada vez la exigencia burocrática es mayor, somos sospechosos y culpables de todos los males que pasan dentro y fuera del aula y el "Santo oficio" siempre está dispuesto a echarte una mano (al cuello) en caso de discrepancia. Eso si, seguimos siendo los docentes con más carga horaria del estado y no precisamente los mejor pagados.
Aun así voy a disfrutar de este día, de las felicitaciones de mis familiares y amigos y aprovecharé para leer y relajarme, que para algo hoy es carnaval.
Y tal y como se cuenta en la anécdota de cuando Godfrey Hardy visitó a Ramanujan en el hospital, no hay número poco interesante y 57 no podía ser menos.
De todas las curiosidades , yo me quedo con la de ser un "primo no primo" Para los que no conozcáis la historia aquí os dejo el enlace. Alexandre Grothendieck, el genio rebelde
1 comentario:
No a la guerra, gritamos igual desde Colombia
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