Al mirar un plano de Albacete uno observa que la parte de la ciudad más antigua tiene forma semicircular o de abanico.
Originariamente fue una pequeña aldea situada en la llanura (Al-basit del árabe) que empieza a crecer sin obstáculo alguno y a ser próspera cuando las defensas del alto de Chinchilla de Montearagón ya no son necesarias.
Pero la forma geométrica de Albacete se debe fundamentalmente al ferrocarril El Marqués de Salamanca y Conde de los Llanos impulso el ferrocarril en tiempos de Isabel II y marcó la historia y la forma geométrica de mi ciudad. Tiene dedicada una calle, en la que he vivido con mis padres, cerca de la antigua estación (hoy Parque Lineal) y paralela a la calle del Muelle (ferroviario)
A partir de entonces el centro político, social ,comercial y geométrico (del semicírculo) de Albacete se situa en el entorno de la estación de ferrocarril y las vías del tren dibujan el diámetro de esta semicircunferencia e impiden el crecimiento del núcleo urbano por detrás de ellas,
Otra obra, esta ya posterior de los años 60, la carretera de circunvalación, que muchos automovilistas aun recuerdan con horror cuando atravesaban Albacete camino del levante, cerraba este semicírculo y le confería a mi ciudad esta forma curiosa y "cañí" de abanico.
A partir del centro (la estación se abrían los radios del abanico en todas direcciones, la puerta de Murcia, la puerta de Valencia ... pero las principales direcciones dentro de la ciudad son hacia el Parque de Abelardo Sánchez y la Feria
Meción especial merece está última ya que tiene como sede un edificio, el recinto ferial, que prácticamente sólo se usa para las fiestas de septiembre y tiene una peculiar forma, que los albaceteños identificamos con una sartén, con dos circunferencias concéntricas conocidas como los "redondeles" y al paseo que lleva a ellos "rabo de la sartén".
Pero con los años, el desarrollo y el crecimiento, han aparecido nuevos barrios tras la circunvalación, la linea férrea se ha desplazado unos cientos de metros y ahora es linea del AVE, aunque sigue ejerciendo de límite de la ciudad y la forma ya es más indefinida.Aunque como podemos ver en esta foto de la gran nevada del año pasado, aun conserva los radios del abanico que van al centro del semicírculo.
Es curioso como el crecimiento y la forma de la ciudad han venido determinado por una infraestructura que fue el principio de su prosperidad y desencadenó una geometría particular en una ciudad joven y que sufrió la vorágine constructora de los años 60 convirtiéndose en La Nueva York de la Mancha, según el poeta Azorín, por sus altos edificios y perdiendo gran parte del Albacete modernista de finales del XIX y principios del XX. .
Albacete pierde su forma de abanico Noticia del Periódico La Verdad
Con esta entrada participo en la edición 2.4 del Carnaval de Matemáticas cuyo blog anfitrión es seispalabras de Clara Grima .
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