martes, 10 de mayo de 2022

Hasta siempre Jabo

 Ya me habéis leído más de una vez lo afortunado que me siento con las personas que me he ido encontrando en mi vida. Con la familia de sangre y con la de corazón.

En mi círculo más cercano de amigos hemos tenido la suerte de ampliarlo con los amigos comunes que al final han resultado  propios.

Esto ocurrió hace ya mucho con Javier López González, Jabo para todos sus amigos.

Amigo de Antonio del instituto y hermano de Juan Ignacio "Loquillo" pasó a ser uno de mis más queridos amigos.

De las tardes de cubatas y "Trailer" en "El Venecia" La fiesta de nochebuena en la casa de sus padres, donde todos éramos bienvenidos y  la sidra siempre estaba mas fría porque la dejaban en la terraza.


De una pasión compartida con nuestro Albacete Balompié y nuestro Atleti de Madrid, que aunque nos han dado más disgustos que alegrías, nunca hemos dejado de seguirlos y quererlos.




De esas tardes de calor sahariano o frío polar en el Carlos Belmonte. De tardes de feria y toros con bocata de jamón, bota y rolletes, a los que sacabas pegas y no dejabas seguir la faena contando chistes de Arguiñano entre las risas de Paquito.


Son tantos y tan buenos los recuerdos que ahora se me vienen a la cabeza que la inmensa tristeza que siento se mezcla de vez en cuando con una sonrisa recordándote.

Esta tarde tu mujer Belén, me ha transmitido tus últimas palabras hacia mi y el resto de amigos, diciéndome lo mucho que me querías y que siempre te recordáramos cuando nos juntásemos a ver un partido.

Sabes que siempre vas a estar entre nosotros aunque tu hueco no va  a haber nadie que lo pueda tapar, pero cuando grite "Aúpa Atleti" y "Aúpa Alba" parte de ese aire será tuyo.



La vida que nos dio el regalo de encontrarnos, nos lo ha hecho pagar muy caro con tu partida, aun así doy las gracias por haberte conocido y haber compartido tantos y buenos momentos.



Siempre quedará en nuestra memoria la última vez que nos juntamos para ver a nuestro Atleti una noche de abril  que Albacete se disfrazó de Siberia pero el calor de tu amistad la hizo cálida.



Hasta siempre hermano, hasta siempre Jabo.