Ahora que está tan de moda lo local, cosa que tiene más malo que bueno, me he propuesto tratar de sacar del olvido o dar a conocer figuras matemáticas españolas entre mis alumnos.
Y para empezar he comenzado con los de mi región, Castilla la Mancha. Realmente habría que decir nacidos en el territorio que hoy conforma la comunidad autónoma.
La primera figura que les explico es el Toledano Azarquiel (Toledo 1029 - Sevilla, 1087).
Su nombre verdadero era Abu Ishäq Ibrahim Ibn Yahyà al-Zarqalluh, lo de Azarquiel era un mote (muy manchego) por tener los ojos azules (Zarcos).
Se dedicó a la Astronomía en una época donde la delimitación de disciplinas no estaba tan clara como hoy aunque nadie duda de los grandes conocimientos matemáticos que debe poseer un astrónomo.
Era un artesano sin formación conocida pero debió ser una persona muy inteligente que aprendió de los muchos sabios que por aquel entonces habitaban Toledo. Se dedicaba a construir Astrolabios que servían para la observación astronómica y la navegación hizo una considerable mejora del mismo a la que llamó azafea.
Es también el responsable, junto con su equipo, de recopilar las Tablas astronómicas de Toledo, usadas durante varios siglos después. Llegaron a nuestros días gracias a la obra de Alfonso X, con quien comparte el honor de tener su cráter en la la luna.
Parece que también estudió el movimiento de precesión aunque esto no está bien documentado.
Wikipedia Azarquiel
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He querido rendir homenaje a Claudi Alsina y a Miguel de Guzmán utilizando el título de esa deliciosa recopilación de anécdotas que ilustra que los matemáticos tienen su corazoncito y además sentido del humor.Es mi intención comentar de todo un poco, pero sobre todo la parte más curiosa y divertida de las Matemáticas y de la educación en general.
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